Dueños de Nuestro Destino

cuantas veces nos ha pasado que no sabemos como colocar limites en nuestra vida, tomamos decisiones esperando que los demás no se sientan mal o se vean afectados, queremos que los demás estén felices con nuestras decisiones, sentimos temor a decepcionarlos ¿Realmente son tan importantes?; Mientras los demás sean un factor en nuestra toma de decisiones, los decepcionados siempre seremos nosotros mismos.

Algo fundamental en nuestra vida siempre será actuar y tomar decisiones basados en el compromiso que tenemos con nosotros mismos y no como los demás esperan que actuemos; nadie puede controlar o manipular nuestra manera de ser (a menos que le demos ese control), al igual que no podemos controlar las decisiones de las personas, el día que entendamos eso, seremos más felices, pues no estaremos esperando nada de nadie; quien espera se crea una expectativa y al no ser cumplida viene la decepción; este proceso es ajeno a nosotros, la responsabilidad de lidiar con la decepción es de quien genera la expectativa, de que debemos actuar o ser, de una determinada manera; tu responsabilidad siempre será buscar tu paz, felicidad y amor propio, lo que los demás piensen de ti durante ese proceso, no es de tu incumbencia.

Cuantas veces nos hemos encontrado en encrucijadas tales como : «es que si hago esto mi esposo/madre/amigo/jefe se va a decepcionar», cuando tomamos decisiones basadas en como actuarán o reaccionarán los demás, lamentablemente no seremos dueños de nuestro propio destino, pues serán las personas a nuestro alrededor los que determinarán nuestro andar y eso es ser irresponsables con nosotros mismos ¿cuantas oportunidades y sueños estas dispuesto a sacrificar?; tomar decisiones basados en lo que realmente deseamos, en aquello que nos hace felices; ser radicales, determinantes, contundentes y firmes al momento de actuar, eso nos pone al volante en el carro de la vida; si las personas a nuestro al rededor no lo entienden, es su problema, no tuyo; y es un proceso que ellos mismos deben descubrir a solas, el tiempo se encargará de darte la razón (si actúas de buena fe).

Empieza desde hoy mismo: ve donde quieras ir, actúa como desees y no como esperan, equivocate, no tengas miedo, inténtalo de nuevo; al final los que te juzgan siempre son los más infelices, insatisfechos e incapaces.

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