¡Gracias!

Desde pequeños nos enseñan a dar las gracias cuando somos favorecidos, pero creo que falta reforzar el dar las gracias en todo momento, por las cosas buenas y por las que no lo son, ser agradecidos implica mucho mas que sólo decir la plabra, se trata de un sentimiento, es sentirnos agradecidos por cada cosa que sucede, por cada persona que conocemos y cada situación que vivimos; se trata de dejar la queja, la critica, la culpa y la frustración para aceptar desde el agradecimiento lo que llega a nuestra vida, pues todo (positivo o negativo) tiene un propósito, nada es casualidad, todo tiene su razon de ser: hacernos crecer, evolucionar, aprender lecciones, conocer las intenciones son algunas de las más comunes, pero existen cientos y cientos de maneras en que la vida nos pone a prueba para llevarnos hacia un nivel superior, queda de parte nuestra aceptar con gratitud todo lo que llega, afrontarlo y seguir adelante, porque si no quedaremos atrapados en ese bucle infinito de amargura.

Agradecer nos libera; nos libera de todo sentimiendo de impotencia y frustración porque muchas de las situaciones a veces son » fortuitas » (aunque en su mayoria son provocadas por nosotros mismos) y escapan de nuestras manos, simplemente debemos dar gracias y preguntarnos ¿que quiere enseñarme esta experiencia? con la mente clara y con la convicción de que nuestro ser, se abre con gratitud a todo lo bueno estoy seguro que seremos capaces de encontrar soluciones a los problemas que la vida nos plantea, a algunas personas les resulta facil ser agradecidos, a otros no tanto y tenemos que tratar de fomentar y hacer crecer este sentimiento tanto como sea posible, enseñar a los niños a agradecer una caída o una raspadura es un buen inicio… hace días estuve en una montaña haciendo senderismo y conocí un niño de 8 años, Juan Camilo (JC) hable unos 5 minutos mientras compartiamos el camino de la cima hasta el pie de la montaña, un camino algo complicado por ser de tierra, mojado y resbaloso, por ser muchos años mayor que el tenía el instinto protector de que no le sucediera nada y a cada momento le decia: ¡ten cuidado! ¡te puedes caer! … a lo que JC con su sabia inocencia me contestó, dejandome pensativo y reflexionando: «yo simpre vengo aunque el camino cambia con la lluvia, yo se caminar por el sendero, pero si me caigo, habré aprendido una lección para no volver a pisar alli» … y me quede tan sorprendido de su respiesta pues con tan solo 8 años este niño sabe cosas que muchos adultos no, porque asi es el camino de la vida es como el de una montaña: a veces vamos de subida, a veces de bajada, el camino puede ser el mismo pero puede cambiar con la lluvia y si nos caemos nos levantamos y damos gracias por la leccion que aprendida.

Yo estoy agradecido por un 2019 lleno de retos, aventuras, decisiones, alegrias, tristezas, amor, lagrimas y sonrisas, fue un año diferente, un año de cambios, pero fue un buen año, que debe agradecerse porque todo lo que en cada uno de sus dias se registró (sea fortuito o no) tuvo su proposito, su enseñanza, algo que nos dejó como aprendizaje, nunca olvidaremos este año que termina mañana, asi como tampoco olvidaremos todos los ateriores porque nuestra mente maravillosa tiene espacio de sobra para registrar cada evento a lo largo de toda nuestra vida. ¿Y tu tienes algo que agradecer ? Cuentame en los comentarios

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